Quilt camisas de Mateo II

Aunque el título del post diga II, realmente es el cuarto que os enseño y último.

El número indica que es para la segunda, es decir, para mi, que soy la mayor y en el orden voy detrás de la matriarca.

Primero os enseñé el de mi madre, después el de mi hermana, la semana anterior el de mi hermano, y dejé, como es normal, el último para mi.

Por si alguien  no lo sabe, están hechos con las camisas de mi padre, por tanto, el valor sentimental que tiene está fuera de toda valoración.

Dos van en tonos verdes y otros dos en tonos azules, mi padre era muy clásico y sólo usaba esos dos colores para las camisas.

Ayer tuvimos kedada de las Makers, lo llevé y todas coincidieron que en directo es mucho más bonito, yo también lo creo.

El color verde es el que aparece en los detalles de los bloques, por el efecto de la luz, no es el que se ve ni en la trasera ni en la bolsa.

En acolchado he mejorado un montón, y más que tengo que mejorar, pero de eso se va a encargar Isabel, que seguro que me enseña de maravilla.

Hay bloques con etiquetas:

Otros con bolsillos:

Otros con algún trozo de puño:

Otros, simplemente con la técnica exploding block, usando cinco telas.

Y otro más con la misma técnica, pero esta vez usando sólo tres telas.

Si todos los he acompañado con una bolsa de regalo-entrega, el mío no iba a ser menos, ¿acaso no me lo merezco?

La mía como era la última y me gusta experimentar, hasta la acolché.

Quería hacerlo mío y le di una vuelta por el jardín, primero luciendo una cara:

Y luego la otra:

Casi se me olvida enseñaros el forro, me encanta, con otra camisa de mi padre:

Para terminar, la etiqueta:

Tengo que reconocer que han sido dos meses de trabajo muy intenso, pero he sido capaz de hacer los 4 quilts del tirón.

Quizá si no me lo tomo así, no sé si hubiera podido con ello.

Hoy, justo hace un mes que os enseñaba los 4 aquí.

La medida es la típica de una manta de sofá: 1,20 x 1,80 m. aproximadamente.

Papá todos los días estás con nosotros tú y tus chascarrillos, ahora también abrigarás nuestros sueños.

Ni te imaginas cuanto te echamos de menos.

Y sigo coso que te coso...