El día que me embarqué con Lola en hacer el Dear Jane, necesitaba conocer la historia, había leído cosas, y he estado investigando un poco.
Lógicamente, lo primero fue ir a la página oficial DEAR JANE®, y aquí me encuentro con una introducción que "intuyo" interesante porque mi nivel de inglés es muy malo, pero enseguida recurrí a mi hija quien, amablemente, me hizo la traducción.
Lo firma Brenda Papadakis y dice así:
Mi fascinación por Jane A. Blakely Stickle empezó hace
veinte años cuando vi el quilt en el libro de D. Bister y R. Cleveland, Plain and Fancy. Como profesora de
matemáticas me quedé hipnotizada inmediatamente por los diseños geométricos de
los bloques y los triángulos de Jane. Sin
embargo, el quilt de Jane Stickle era más que geometría. Era no-tradicional,
creativo, innovador e incluso de vanguardia si queréis. Era nuevo y fascinante
no sólo por lo original del diseño sino también por la composición. Desde la
forma más pequeña hasta los bloques y los
triángulos más grandes, para mí su disposición es pura melodía.
Hasta aquél trascendental día, me había considerado una erudita
del quilt. Creía que lo había visto casi todo. ¡Qué equivocada estaba! Ojeando
la fotografía del quilt, reconocía algunos de los diseños de los bloques, pero
la mayoría eran nuevos para mí. Cuando una amiga me retó a reproducir esos
diminutos bloques, nació el bebé Jane.
Empecé a preparar los bloques con
la fotografía de Plain and Fancy,
escogiendo al azar un patch-nueve o una estrella variable. Cuanto más hacía,
más intrigada me quedaba. Justo cuando no podía distinguir más bloques en la fotografía del libro, recibí algunas
fotografías del quilt que habían sido tomadas en el Quilt Market en Houston.
Allá iba otra vez, con mi regla y mi compás.
Me empecé a involucrar personalmente con los bloques, les
decía cosas bonitas y les llamaba “pequeños bebés de Jane”. En mi mente, el quilt
de Jane se convirtió en la “Madre” – es su quilt, el único. Todos los demás quilts
inspirados por el Quilt son “bebés”. Cada uno es único y pertenece a su
creador, pero todos derivan de la “Madre”.
Para marzo de 1992, mis alumnos hablaban sobre Jane Stickle
mientras hacían sus bloques, y mi fascinación sobre Jane Jane iba creciendo.
Cuando Ruth Levin del museo de Bennington respondió a mi solicitud para visitar
el Quilt, mi nieto Ben y yo viajamos a Vermont en julio de ese año. Pasé tres
mañanas copiando el Quilt y otras tres tardes investigando la vida de Jane.
Eugene Kosche, del museo de Bennington, me llevó al lugar donde estaba
enterrada Jane, en Shaftsbury. Fue una experiencia muy emotiva para mí.
La información sobre Jane y su familia no se podía adquirir
fácilmente. No porque la información no estuviera disponible, sino porque no
había decidido la mejor manera de recuperarla. Después de pasarme dos años con
los documentos del cementerio de Shaftsbury solamente, me di cuenta de que era
hora de buscar ayuda adicional. Andrew Pierce de Boston y Melissa Perkins de
Shaftsbury me aportaron abundante información sobre Jane y su familia.
Jane nació Jane A. Blakely el 8 de abril de 1817, hija de
Erastus Blakely y Sarah (Sally) Rein. En el censo de 1830, recogido poco antes
de la muerte de su padre, había siete personas viviendo en su casa, cuatro
hombres y tres mujeres. Dos de las hermanas de Jane, Emily y Caroline, murieron
1823 con un mes de diferencia, a los quince y dieciséis años respectivamente.
Jane, quien tenía doce años en ese momento, vivía con sus padres, su hermano
Erastus, de once años, y su hermana, Sarah Ann, de diecinueve. Otros dos
hombres blancos aparecían también listados en el censo, uno de quince años y
otro de veinte. Quizás eran trabajadores de la granja.
Erastus Blakely escribió su testamento el 2 de octubre de
1830, tres meses antes de su muerte. Legó sus bienes personales a su “amada
esposa Sally Blakely”, para ser usados “según su juicio para su debido
bienestar y el de su familia”. Sus propiedades consistían en dieciséis acres
con edificios y dependencias, incluyendo una herrería y una gran variedad de
carros y carretas sin acabar, valorados en 1800 dólares. Es interesante apuntar
que en la lista de mobiliario del hogar incluía dos quilts valorados en cinco
dólares.
El matrimonio de Jane con Walter A. Stickle se supone del
censo de 1850, el cual le considera cabeza de familia. No aparece ningún hijo
propio de Jane y Walter. Sin embargo, según los documentos de la escuela de
Shaftsbury se asume que tenían la tutela de al menos tres niños.
En los años 1860, Jane es listada en el censo como “viviendo
sola”. Su profesión era granjera y tenía 43 años. Su marido Walter vivía con su
cuñado Erastus, puede que fuera una disposición temporal para ayudar con la
plantación o con la reparación del equipamiento de la granja.
Fuera cual fuera la razón para su separación, Walter y Jane
aparecen juntos en el censo de 1870, con una granja y una criada, Sarah Bump.
Desafortunadamente, se vieron abocados a la quiebra en 1877. Para la muerte de
Walter el 19 de febrero de 1883, él y Jane vivían de huéspedes en casa de
Georgia y Eveline Eddy.
¿Qué hizo Jane todos esos años sin Walter y el resto de su
familia? Sabemos que terminó el Quilt en 1863. Me la imagino sentada en el
porche en una mecedora, creando uno de sus maravillosos quilts. Puede que algún
día los encontremos, escondidos en un viejo baúl, llevando esa preciosa firma,
“Jane A. Stickle”.
Jane vivía todavía como huésped cuando murió el 2 de marzo
de 1896, a
la edad de 79 años. Fue enterrada con su hermano y su familia en el cementerio
de Shaftsbury, bajando la calle donde había vivido toda su vida. He oído que su
antiguo hogar en la Route 7 está a la venta. Quizás viviré allí
algún día…
- Brenda.
Ya llevamos 23 años haciendo reproducciones de esta joya que se compone de:
169 bloques numerados de la A a la J y del 1 al 13
56 triángulos de tela que simulan árboles
60 triángulos de patchwork
4 esquinas
En total 289 bloques y 5.602 piezas.
¿Sabéis cual es el bloque con mayor número de piezas?
¿Alguna curiosidad?
Me encantaría saber más....
Creo que hacerlo es el mejor master que podemos realizar las que nos gusta el patchwork, no hay que tener miedo, nadie nos va a controlar el tiempo que dedicamos a hacer cada bloque, lo importante es disfrutarlo mientras lo hacemos.
Y sigo coso que te coso...
Que bonito relato, la verdad es que hay que tener una paciencia infinita para meterse en un trabajo como este, yo que soy una "mariprisas" sería incapaz!! bss
ResponderEliminar¡Que interesante y que bonito trabajo! De momento me conformo con admirar a quienes lo hacéis.
ResponderEliminarBesos.
Chary :)
Mary Carmen qué entrada tan genial. Gracias por darnos toda esta información sobre el Dear Jane, es muy interesante. Un besote mi niña
ResponderEliminarQue entrada más compeleta la de hoy!
ResponderEliminarYo no se hacer estos trabajos tan bonitos, me parece que tenéis mucho mérito quienes hacéis estas maravillas.
Bonita entrada, Mary Carmen. Muy interesante la información. La verdad es que es un quilt fascinante.
ResponderEliminarYo soy de las que me atreví a empezarlo un día junto con una amiga y luego, por diversas circunstancias, lo dejé a un lado. Después de casi tres años mi amiga ya casi ha terminado las trece filas y yo sólo hice cuatro bloques.
Le he cogido como aprensión. Creo que lo asocio a una etapa muy complicada de mi vida. Y es una pena porque lo empecé con mucha ilusión.
A ver si soy capaz de retomarlo algún día...
Por cierto, son 13 filas, de la A a la M, que te olvidas alguna... jejejeje
Besos desde Manresa
Super completa tu entrada de hoy MaryCarmen, mil gracias.
ResponderEliminarPara mi poco tiempo algo complicado! ;-( pero que con tu contagio de ilusiones, algún día me lo pondré como reto!
ánimo que ya estamos a miércoles!
besotes
Una historia interesante!!! Tu ya eres una valiente por intentarlo. Besitos
ResponderEliminarBonita entrada y el bloque precioso.
ResponderEliminarSaluditos
Gracias por compartir esta historia, yo no la conocía y soy de las que se asustan con el tamaño del Dear Jane..así que esto igual me anima a empezarlo...besitos
ResponderEliminarUna entrada muy interesante e inspiradora. Al acabar de leerla he ido directa a buscar en google "Jane A. Blakely Stickle" y las imágenes que salen de Dear Jane... sin palabras para describir lo pequeña que te sientes, cuando entiendes, el trabajo que hay detrás de cada uno de esos edredones.
ResponderEliminarYo soy demasiado impaciente para embarcarme en algo así. Acabaría abandonando, por eso admiro lo que estáis haciendo y me encanta ve,r poco a poco, los resultados de cada bloque.
Muchos besos.
Que interesante! Muchas gracias por compartir la información Mary Carmen.
ResponderEliminarDe momento me conformaré con admirar tus avances, pero no descarto algún día hacer ese máster!!
Para mi lo más complicado es la elección de telas para un proyecto tan grande... Pues por lo demás como tu dices, nadie nos controla el tiempo ;-)
Besitos
Que interesante! Muchas gracias por compartir la información Mary Carmen.
ResponderEliminarDe momento me conformaré con admirar tus avances, pero no descarto algún día hacer ese máster!!
Para mi lo más complicado es la elección de telas para un proyecto tan grande... Pues por lo demás como tu dices, nadie nos controla el tiempo ;-)
Besitos
Que entrada más bonita!!! Me ha encantado leerte Mari Carmen.
ResponderEliminarEl Dear Jane, es un trabajo que tengo pendiente, pues me parece un quilt apasionante !!!!
Estaré encantada de ver el tuyo, seguro que es una maravilla.
Besos, Paki :)
Que interesante todo lo que nos has contado y es que es fascinante la historia que hay detrás de estos maravillosos quilts antiguos.
ResponderEliminarUn beso
Y la wikipedia todavía sin entrada del Dear Jane, ni en español ni en inglés.
ResponderEliminarMe gustado mucho la historia del Dear Jane. es curioso como estos tipos de labores tienen unas vivencias increibles detrás,y las que se habrán perdido a través del tiempo,un saludo y hasta pronto
ResponderEliminarAhora tendré que buscar a ver quién es Brenda Papadakis... Es una historia algo triste la de Jane A. Stickle y nadie sabe de sus sentimientos mientras iba haciendo sus bloques de patch. Para mí es un trabajo exquisito, pero nada más leer esos números mi cuerpo se pone en guardia... Espero seguir viendo adelantado tu Dear Jane. Abrazos
ResponderEliminarComo tu, embarcarnos en la aventura de hacer el quilt Dear Jane, fue maravilloso, es una labor que nos esta dando maravillosas experiencias y satisfacciones.
ResponderEliminarUn besote guapa
23 años de maravillosas piezas en tela, me encanta como te quedo el bloque!!
ResponderEliminarBesitos.
Muy interesante tu entrada Mary Carmen, no conocía esta parte de la historia de
ResponderEliminar'Dear Jane' .¡¡Y el quilt que nos muestras es muy bonito!!
Besos guapa.
Siempre suele haber una historia detrás de cada obra de arte y del mismo artista. Nos has abierto una ventana al origen de ese mundo tan sencillo como hacendoso. Yo soy una ignorante en el tema y técnica, pero valoro mucho a quienes ponen su empeño en la elaboración de esa clase de preciosidades.
ResponderEliminarTu muñeca estará el doble de atractiva en cuanto le pongas un vestidito y algún complemento. Antes se acostumbraba a ponerlas sobre la almohada de la cama, pero hay muchos lugares donde presumir de ella.
Que termines bien el fin de semana.
Besos.
Gracias a tu hija por enseñarlos un poco de la historia de Jane. Me ha encantado la entrada . Un beso
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