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lunes, 30 de marzo de 2015

Relatos de COSOqueTEcoso (V)

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Entre puntada y puntada

V

De empanadagallega.info

Acaso porque las lentejas sean comida de viejas, que si quieres las tomas y si no las dejas, la Gertru no las probó. Lo que obligó a la señora Casta a ponerse pesada. Pero ni por ésas, ni por la semejante insistencia de su hija hicieron que el estómago de la embarazada recibiera legumbre alguna. Sólo entró en aquella cavidad agua del Lozoya.

—Mi madre tié razón, ahora tiés que comer por dos.
—No me lo recuerdes más, Reme, por favor.
—Pero, mujer, si es por tu bien… —volvió a la carga la madre gallina.

No hubo forma. A la Gertru se le había cerrado el estómago y se le habían abierto las glándulas lacrimales. De la misma forma que al señor Jesús se le había cerrado la boca, pero sólo para hablar, claro, porque él se comió el plato sobrante, por la desgana de Gertru, amén del medio puñado de lentejas que la cocinera echara de más al soniquete de: "Y ésta pal gato". Y para el gato era siempre, porque su marido lo era de pura cepa(1).

—Pues tendrás que descansar. Échate un rato en la cama de la Reme, por lo menos no gastarás energías.
—No me apetece, señá Casta.
—Pues a ver qué hacemos contigo, guapa. Porque ésta se va al taller de doña Consuelo, y yo en cuanto recoja y friegue me voy al mismo sitio.
—Puedo recoger y fregar yo.
—Ni lo sueñes. Aquí solo friegan los que comen, excepto este hombretón, y porque tié que cumplir un horario.
—Pues yo me voy al taller. Que tengáis buena tarde las tres —por fin dijo algo el dueño de la casa sintiéndose aludido y como excusa para huir.
—Adiós, padre, hasta la noche —despidió la Reme a su padre—. Tengo una idea pa no dejarla sola en casa.
—Hay otras soluciones —apuntó doña Casta.
—¡Madre! —regañó la Reme.
—Acostarse —rectificó quien ya llevaba los platos a la pila mientras levantaba las cejas.
—Se viene conmigo y se acabó— finiquitó la Reme.
—¿Y qué va a hacer ésta en casa de doña Consuelo, si se pué saber? Eso contando con que la deje entrar.
—Si no la tié que pagar, no dirá nada. Y menos si echa una mano en la labor.
—Bueno,conociendo lo cotilla que es y lo que le gusta estar en el ajo(2) de las cosas, no creo que diga nada doña Consuelo. Aunque te va a poner la cabeza como un bombo.
—¿Es que lo sabe? —preguntó Gertru.
—Lo sabe to Madrí, hija. ¿O no te vio la Julia salir de casa de tu señora con el hatillo?
—Sí.
—Pues entonces.
—Y, además…, se lo dije yo —reconoció la Reme, bajando la vista y la voz.
La mano joven y temblorosa que acarició la suya le sirvió de consuelo. El sentimiento de culpabilidad, a veces, duele más que la verdad.

———— o O o ————

Mientras tanto, el Anselmo no sabía donde ir, aunque el intento por no cruzarse con alguien conocido le hizo deambular por calles poco transitadas.
De historias-matritenses.
blogspot.com
Por fin decidió tomar el tranvía del Norte. Cuatro Caminos era un buen destino, allí no encontraría a mucha chusma conocida. Y luego podía seguir por Bravo Murillo o coger el tranvía de la Compañía Madrileña de Urbanización para llegarse hasta Tetuán. Esperó el tranvía como un viajero furtivo, emboscado en un portal de la calle Santa Engracia, desde donde veía el ir y venir de carros, carruajes y vehículos a motor. Se quitó la chaqueta, hacía calor. Llegó el 15 y aguantó hasta el último momento para, en una carrera corta, alcanzar el vehículo. Se subió al tope trasero, acurrucado para no ser visto por el cobrador y no recibir las consabidas andanadas de arena.


De yomequedoenmadrid.
blogspot.com.es

Tengo que dar un escarmiento. A quien sea. Pero esto no se pué quedar así. Mi menda nova a ser el hazmerreír del barrio. Pero el pisaverdes ese sa largao con el rabo entre las patas, y cualquiera le pilla. Y la Gertru anda más defendida que el Palacio de Villamejor. Así que na… Na, de na. Y encima sin parné. Ni pa una tinta(2). Y pa más, sacabao el poco suministro de la Gertru. En estos pensamientos andaba el de la hombría y el bolsillo heridos cuando llegó al final del trayecto. Saltó del tope y se quedó como un pasmarote junto al poste de la parada.


———— o O o ————

—Doña Consuelo, hoy le traigo una sorpresa.
—Anda, la Gertru. Pero tú no…
—Sí —cortó Reme—, es que hemos comido juntas y pa no dejarla sola en casa, me la he traído. A lo mejor hasta nos echa una manita, ¿no, Gertru?
—Buenas tardes tenga usté, doña Consuelo.
—Mira tú quéducadita. ¿Viés de aprendiza?
—Si usté la acogiera… Sa despedío de casa de doña Virtudes, ¿sabe?
—Y del señorito Luis, por lo que tengo oído.
—Y bien oído —confirmó Gertru.
—¡Ay, madre! ¡Cuándo aprenderemos! Pero pasad, pasad. No os quedéis ahí. Tú, Reme, a rematar lo de ayer. Y tú, ven conmigo. A ver qué encontramos pa ti.
—Gracias, doña Consuelo. No sabe usté…
—Déjate de formalidades que, de ahora en adelante, te van a servir de poco. Y sino, a las pruebas me remito. Anda ven.

Gertru empezó con un pañuelo de caballero. Si lo hacía bien, bordar la letra R de Remigio, tendría otros cinco por delante y una peseta de premio. Peseta que estaba lejos del duro que doña Consuelo iba a cobrar al tal Remigio, pero tanto el trabajo como el premio, fueron bienvenidos por la embarazada.


De youtube.com
Al rato llegó la señora Casta que, sin pedir permiso, encendió la radio.

—Se nos va a pasar la novela con tanta cháchara y vamos a perder el hilo.
—Pues la que pierda aquí un hilo lo paga, aunque perder el hilo de Las aventuras de la parisina esa es bien difícil.
—En casa de la señora Virtudes oíamos La muerte del señor Spay. Dan un premio de quinientas pesetas a quien atine con el asesino.
—Pues ponla, Reme. Ponla, a lo mejor entre las cuatro nos sacamos un buen jornal —. El dinero nos hace ser infieles y desleales, cada uno tiene su precio, y el de doña Consuelo no era muy caro, aunque quinientas pesetas eran quinientas pesetas.

Remedios buscó el dial oportuno, y antes de que empezara el serial de intriga, Gertru puso en antecedentes a sus compañeras y jefa. Les contó quienes eran Mister Spay, su vieja cocinera, el joven mozo que hacía las veces de criado… Y al comenzar la entrega de ese día, todas compartían la misma información y la misma ilusión por los cien duros(4).

———— o O o ————

El callejeo de Anselmo le permitió seguir con los devaneos propios de su carácter abstruso y malhechor. En ellos llegó a una conclusión, para él irrebatible: Por muy protegida que estuviera la Gertru, al fin y al cabo no lo era más que por otras mujeres, “y las mujeres, ya se sabe, sólo sirven pa lo que sirven. Ni votan siquiera”. Este último pensamiento llevó una sonrisa a su angelical cara. Había tomado una decisión: el objetivo de su desagravio sería Gertru.

———— o O o ————


Una cosa es el machismo y otra muy distinta la incultura. Bien es verdad que cuando se juntan las dos el resultado se agrava. El pensamiento de Anselmo es muy certero si le quitamos el deje de desprecio con el que se regocija por no tener que enfrentarse a machos como él (?). Las mujeres sólo sirven para lo que sirven; pero tomadas una a una, y no como una grey, seguramente cada mujer sea capaz de cualquier cosa, buena o mala, difícil o fácil, pero siempre tendrá una ventaja sobre el hombre, que no debe entenderse como “animal enemigo". Y esa ventaja no es otra que la de poder llevar dentro de sí una vida. Y lo que nos une, a varones y hembras, es eso precisamente: poder engendrar una vida, amén de que si no, estaríamos solos; que no sé yo si no es lo mismo. No obstante, el machismo se hermana con la homofobia, e igual que el machismo y el odio hacia la homosexualidad, lícita elección individual por otra parte, es una opción personal, no una enfermedad, ni una tara, es, simplemente, una cuestión de incultura y desinformación. El respeto hay que enseñarlo y aprenderlo. Nos enseñan a acatar la norma, no a pensar. Todos tenemos el derecho a no estar solos y a amar a quien nos ama, sea hombre, mujer o perro que nos ladre, sin estar por ello obligados a engendrar otras vidas. Amén de que a la procreación se puede llegar de muchas maneras. Las cosas claras y el chocolate espeso, diga la Iglesia lo que diga(5).

[Continuará]


(1) Gato = Madrileño (para saber más pincha aquí).
(2) Ligia, lo prometido es deuda. Aunque creo que es repetición.
(3) Vaso de vino, según Valle Inclán (para saber más pincha aquí).
(4) Piénsese que una sirvienta, en aquella época, tenia un salario anual que variaba entre las 60 y las 300 pesetas anuales. Fuente: http://eprints.ucm.es.
(5) Cuando los trapenses del Monasterio de Piedra probaron las primeras muestras de cacao que les proporcionó fray Aguiar, el chocolate no gustó nada de nada. Era demasiado amargo. De modo que empezó a utilizarse sólo como producto medicinal y con escaso éxito. Pero una casualidad hizo que unas monjas del convento de Guajaca (México) añadieran al preparado azúcar; y la mezcla resultó un éxito formidable. Mientras la Iglesia discutía si la ingestión de semejante golosina rompía las reglas del ayuno o no, los forofos de la nueva bebida se dividían en dos grupos: los que creían que el chocolate debía tomarse muy espeso y los que defendían que estaba más rico con poco cacao, o sea, clarito. En España triunfó el primer movimiento gastronómico (chocolate a la española) y se afianzó con el aserto de que las que sí tienen que estar siempre claras son las cosas. En Francia venció el otro bando (chocolate a la francesa) y, naturalmente, allí no existe un dicho similar. Fuente eldia.es.


sábado, 28 de marzo de 2015

Ideas para hacer con tela vaquera


Hace tiempo sigo un blog ruso, de dikulya67, publica prácticamente a diario y nos presenta unas cosas muy interesantes.

Os dejo el enlace a la entrada con trabajos en tela vaquera que nos pueden dar muchas ideas (de las buenas).

Cuando la descubrí, cada vez que entraba al blog me proponía traducción, pero no se que hice que ahora no lo sugiere. Y como el cirílico, de momento, no lo controlo, me conformo con ver los "santos".

Espero que os guste y lo disfrutéis tanto como yo.

Y sigo coso que te coso...

P.D. Tranquilos, no es necesario aprender cirílico, como bien apunta Mª José de Madejas de Colores en el comentario, si le damos al botón derecho del ratón nos ofrece la opción de traducir. Muchas gracias por tu aportación.

viernes, 27 de marzo de 2015

Dear Jane

Soy de tomar decisiones y luego pensarlas, qué le voy a hacer, así lo he hecho toda mi vida. Tampoco me ha ido tan mal. Bueno, alguna vez si.

La verdad es que no sé muy bien como decidí hacer con Lola el Dear Jane.

Tengo que reconocer que, con el primer bloque, ya eché unos pensamientos, al darme cuenta que mi nivel no estaba para este trabajo, pero siempre asumo mis compromisos y esta vez no iba a ser menos.

Empecé con el C-3, (25 piezas) un bloque fácil, me quedó de pena,  lo repetí, y aún está pendiente de otra repetición. Os lo enseño:



Los dibujos de la tela de color, están cada uno a su bola (ni sabía que había que "colocarlos"), las uniones dejan mucho que desear... en fin que lo voy a repetir un poco más adelante según vaya adquiriendo más experiencia.

El segundo bloque fue el M-8 (35 piezas), con éste ya empecé a disfrutar, y me sentí más que satisfecha con el resultado. Empecé a coger confianza....




Con el tercero, el J-3 (17 piezas) volví a fracasar, pero sin desistir de mi empeño de seguir adelante, fundamental el apoyo de Lola y sus instrucciones y críticas por washap.


Vamos con el cuarto, el G-5 (8 piezas)
Pensé que me iba a costar mucho, pero, curiosamente, fue el que menos tardé en hacer y bastante satisfecha con el resultado.


Bueno y hasta aquí los deberes del primer mes cumplidos.

Lola y yo nos comprometimos a 4 bloques por mes, y publicarlos el último viernes de cada mes.

Pero Lola siguió haciendo otro y me picó, vaya si me picó.

Empezó por el G-4 (37 piezas), un bloque que yo tenía muchísimas ganas de hacer. Y os puedo asegurar que con este he aprendido de lo lindo. Y he disfrutado como no os lo podéis imaginar. Ocho horas disfrutando, no os digo más.


Disfruté, cuando me di cuenta que tenía que ir viendo, pieza a pieza, como quedaban las uniones, si no estaban perfectas descosía y volvía a coser, hasta que el resultado era perfecto (bueno, con un poquito de tolerancia, tampoco hay que ser tan rígidos), y comprobé que ERA CAPAZ de hacer algo en condiciones.
Aquí, muy importante, la indicación de Lola en cuanto a planchar cada pieza que cosía.

En estos comienzos, soy consciente que la realización del Dear Jane  va a ser una montaña rusa, arriba, abajo, arriba, abajo.... pero no me pienso bajar.

Perdonad por esta entrada tan larga, no es mi estilo, pero quería compartir con vosotros esta aventura.

Las que habéis hecho el Dear Jane, ya sabéis lo importante que es, y las que aún no os habéis decidido, sólo quería comunicaros que se PUEDE, sólo hay que ponerle MUCHO empeño, sobre todo si hay ESCASOS conocimientos.

En cuanto al tiempo, con dedicarle un día a la semana, podemos tenerlo acabado en 6 años.

Y, fundamental, hacerlo en compañía, aunque a Lola se lo he dicho en privado, quería hacerlo público, no sabéis lo que me ayuda y lo bonito que es compartir los triunfos y derrotas.

Nuestra próxima cita Dear Jane será el último viernes de abril, no faltéis.

Si os apetece ver el vídeo de lo hecho hasta ahora, estáis invitados:


La autoría del vídeo, como no podía ser de otra manera, es obra de mi Jc.

Y sigo coso que te coso...

jueves, 26 de marzo de 2015

Elefantes


Ya he acabado la manada de elefantes, hoy os voy a enseñar los de los cuerpos en tono beige.

Como me aburre mucho hacer dos idénticos, les cambio las orejas, manos y patas.


Éste es el último que he hecho y es el que más me ha gustado.


En éste, creo que me pasé de contrastes.


Y éste, el más "discretito", dentro del ambiente lunaril.

Modelos unisex, disponibles en la tienda online.

Y sigo coso que te coso...

miércoles, 25 de marzo de 2015

Bandana talla única


Los que me seguís a diario, ya sabéis que es imposible que haga sólo una cosa, si me gusta la repito y si no me convence, con mayor motivo.

Eso mismo me pasó con la bandana de ayer.

Si la bandana es un babero, y los baberos nunca han tenido tallaje, ¿por qué tienen que tenerlo éstas?

Solución:  unas cintas

Ahora ya si que podemos ponérselo todo el tiempo que queramos (o nos dejen, que los niños, con el tiempo, van adquiriendo carácter).


Además es totalmente reversible. 

Esta vez me decanté por el cachemir y, es curioso, porque según la Wikipedia: 

Puede estar confeccionado con telas de colores sólidos o estampados, preferentemente con imágenes indígenas primitivas, o con estampado tipo cachemira.

Glorio, que es un santo, me dejó ponérselo.


Las medidas: 
37 cm. de ancho
22 cm. de alto
 3 cm. en los laterales para las cintas
26 cm. las diagonales

Y sigo coso que te coso...

martes, 24 de marzo de 2015

Bandana


Tenía yo ganas de hacer una bandana, (del idioma hindi: bandhana "atar, atadura) o pañuelo (para la cabeza) es una pieza triangular o cuadrada de tela atada alrededor de la cabeza o alrededor del cuello con fines decorativos o protectores (fuente Wikipedia).

Había visto muchas por la Red, pero pocas medidas, así que al final improvisé, y como no tengo ningún bebé al que probar no tengo idea para que edad me ha salido, ya os contaré....

La tela de elefantitos me gustaba (estoy en momento "elefante"), y para el interior me decanté por una tela de rayitas en color salmón.


Aún no me he decidido si pone snap o velcro, pero se la he probado a Glorio (el osito de mi hijo que le regaló su madrina Gloria), y no le queda mal.


Me parece que es de primera puesta, las medidas son:

38 cm. de ancho
20 cm. de alto
29 cm. (diagonales)

Al acabarla tuve una ocurrencia, e hice otra, pero os la enseñaré otro día...

Y sigo coso que te coso...

lunes, 23 de marzo de 2015

Relatos de COSOqueTEcoso (IV)

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Entre puntada y puntada
IV

wikipedia.org
Recordar aquí que el honor varonil se lleva en la frente es lo mismo  que  evocar la fama para ubicar en ella el honor  femenino. Quevedo las juntó, frente y fama, y quien firma la carta hace honor a cuernos: “Por estas hierbas cumplo veintisiete años y siete días de cornudo y le prometo a vuesa merced que, mediante Dios, me ha dado mil vidas…”. Pero nuestro Anselmo, novio a tiempo parcial, no era de este palo, sino del más común; del destinatario en la carta de don Francisco. Poco importa en este caso sea verdad o mentira el motivo del cuerno, baste con que un corrillo sentencie para que se cumpla el veredicto, que, por cierto, se lleva por delante la fama de la condenada. En nuestro caso la Gertru. Veamos lo que aquella mañana aconteció en el cuarto piso de la calle del Españoleto.

Con las manos en la cara, pero sin perder ripio, Remedios vio entrar como un vendaval a Anselmo. Huracán que se frenó en seco. No había espacio en el comedor para mucho más que pararse.

—¡Yo te mato, Gertru! —voceó el miura.  
—Eso es mucho trabajo pa un vago —respondió la señora Casta interponiéndose entre los novios.
—Bueno, pues mato al hijo de mala madre que te lo ha hecho. 
—Ves, eso está mejor. Pero tas confundido de dirección. Aquí no hay señoritos, sólo señoritas de buen nombre. Así que, haciendo mutis.

Y como entró, salió. Eso sí, el Anselmo bajó las escaleras más confundido que las subiera y no sin estar agradecido a la señora Casta por no dejarle hacer. Mientras, las tres mujeres quedaban con el alma en un puño, amén de que el corazón se les ubicó en la garganta. Después de un esfuerzo por tragar, la señora Casta sentenció:

—No habrá suerte y se maten dos pajarracos de un navajazo.
—Dios la oiga, madre —se sumó la hija al deseo maternal —, pero me parece que este gallo no tié espetones.
—Sabrás tú lo que es un un gallo y un espetón, Reme. Porque un espolón sí sabes lo que es, ¿no? —corrigió la madre con una sonrisa amarga.

Pero los deseos de la señora Casta no iban a cumplirse. Lo impidieron las órdenes de doña Virtudes, los recursos de su marido y la falta de espetones del gachó, que, a sabiendas de la ausencia del señorito Luis, se acercó al número 22 de la calle Luchana.

—Sabe usté si está en casa el señorito…
—No. No está.
—Si no le nombrao —se extrañó Anselmo.
—No hacía falta, galán —se sonrió la portera—. ¿Querías verle? Aunque lo tiés difícil. Sacaba de ir a las tierras que tié su familia en Extremadura. Le visto salir hace na con baúles y to. Aunque mu contento no iba.
—O sea, que va pa largo.
—Nueve meses lo menos la Julia no daba puntada sin hilo, aunque no cosía más que lo imprescindible.
—Menos güasa que no me fío de mi menda, doña Julia —subió el tomo Anselmo al palparse el bolsillo de la chaqueta.
—¿Ahora soy doña? Pero frénate que el guindilla(1) salió ayer de servicio y anda echao ahí dentro —mintió la portera en defensa propia—. Aunque creo que ya conoces su pensión.

Ya en la calle, el Anselmo miró en ambas direcciones, y tras dudar decidió bajar. La duda no fue otra que la taberna a elegir. La Gran Tasca estaba hacia arriba, pero apenas la separaba veinte metros del portal de la Reme, de donde venía. Otra solución era La Taberna del Cabezón, pero allí era donde se había enterado de la noticia, por boca de esa serpiente de la Patro y donde más de uno le había dicho: Algo harás, ¿no?, aunque sea mentira. Pero no, dio media vuelta con el objetivo de llegarse hasta El 2, en la calle Sagasta, buen sitio y no demasiada gente conocida. Además era cuesta abajo. Pero se equivocaba y no en el declive que le llevaba a la Glorieta de Bilbao.

De vinopack.es
—Dichosos los ojos, Querubín —saludó Pedro, el tabernero, al ver entrar al Anselmo.
—A las buenas.
—¡Cuánto bueno por aquí! Y cuánto hacía.
—Ocupaciones de uno —matizó Anselmo sin darle importancia a la mentira.
—O de otro —contestó con retintín un parroquiano desde el fondo.
El Anselmo hizo oídos sordos al comentario. Pero otro cliente sentado a una mesa dio otra puntada para demostrar que también estaba en el ajo(2):
—¿Qué tal la Gertru, Querubín? Parecía triste esta mañana… Y con prisas pa cambiar de domicilio. Según don Felipe, el guindilla pa ti, sa ido a vivir con la Reme y familia.
—¡Que sepan tos los parroquianos desta taberna, y el dueño y la ama también, que me presentao esta mañana en casa del señorito de marras con esta en la mano —Anselmo blandió la navaja cerrada—, y el gachó sa largao a las Extremaduras! —explicó a grito pelado—. Si no, la traería manchá. Y como las nuevas corren que se las pelan, ya podéis vocearlo por el vecindario.
Y esa fue la tercera vez que el Anselmo salió más ofuscado y airado de lo que había entrado en un lugar esa mañana. Si bien, el parroquiano del fondo quiso ponerle la guinda al cabreo del Querubín, que llegó a oír el mordaz comentario antes que se cerrara la puerta del establecimiento tras él:
—¿Pero el Luisito sa ido por la navaja o por sus virtudes? —en clara alusión a la madre del señoritingo.
Ya en la calle, el presunto cornudo soltó lastre:

—¡La madre que los parió a todos y a todas! ¡Cagüen to lo que se menea! Van a conocer estos al Anselmo, por éstas.

[Continuará]

(1) Según el DRAE, 3ª acepción: Individuo del cuerpo de Guardia Municipal. Es despectivo y coloquial.
(2) Dedicado a Ligia, ella sabe porqué.

domingo, 22 de marzo de 2015

Funda para plantillas

¿No os pasa que tenéis plantillas pequeñitas y no sabéis donde ponerlas?

Me refiero a círculos (para acolchar a mano), cuadrados (para lo mismo), plantillas para las cintas, corazones....

Yo hasta ahora mismo, las tenía en la última hoja del libro guarda agujas, pero todas mezcladas, sin orden ni concierto.

Ayer pensé que iba a ser buena, y me tocaba ordenar el cuarto de costura, pero me dio un flash y tuve que hacerlo.

Las fundas tenían que transparentar el contenido, el tul me vendría bien.

Para unas telas que tenía colocadas!!!! Bueno, ¿os creéis que me importó? Ni pizca. 

Empecé a improvisar, cada carpeta 2 centímetros menos que la anterior (tanto de alto como de ancho), así hasta que me cansé de hacer, porque necesitaba ver el resultado final.

Una tela de tapicería, guata, tela interior y los tules. Ya está estrenada, como no podía ser de otro modo.

Me equivoqué al poner la goma (la puse al lado contrario) y tuve que practicar el descoso que te desocoso, hasta que me cansé y corté por lo sano (como había margen, así tardaba menos).

Las medidas finales (abierta) son de 30 cm. (ancho) x 19 cm. (alto), el tul blanco (el más grande) 26 cm. (ancho) x 18 cm. (alto) doble -como todos- para que no se salgan las plantillas.

Ahora una fotito de la nueva funda para plantillas cerrada.


Mañana lunes, no os perdáis el Relato ......

Muchas gracias por todos los comentarios, Jc os contesta en el post.

Y sigo coso que te coso...


P.D. ¿Algún voluntario para ordenar el cuarto de costura?. Igual me animo y lo hago hoy.

Lola, no te preocupes que el DJ sigue el ritmo previsto.

sábado, 21 de marzo de 2015

Artistas en mi familia

La verdad es que puedo presumir y presumo, de lo pedazo de artistas que tengo en mi familia.

Por una parte, Jc que, entre otras virtudes, es un fotógrafo excepcional, y, por otra, mi hijo Raúl que es un fenómeno en muchas cosas, en este caso, los que voy a mostrar es en el manejo del lápiz.


¿Qué os parece?

"Creo" que está hecho "mientras" atendía en clase en el instituto, que me rectifique si no es así.

Me alucina como ha conseguido la frente de la pepona de su hermana, mi cadena, los pliegues de mi albornoz.

Es un verdadero artista, pero como toda artista que se precie, una vez que prueba una técnica y consigue lo que quiere, investiga otra...

Le hablé de las ganas que tengo de hacer patchwork figurativo y ya me ha hecho un boceto para que lo intente.

Soy inquieta por naturaleza, si encima me empujan...

Ah!!! y la niña, ganó su primer Premio de dibujo con tres años, podéis verlo aquí.

Y sigo coso que te coso...

viernes, 20 de marzo de 2015

Fundas para cuadernos


Aunque en casa no son especialmente aficionados a celebrar los días "de ..", yo encuentro la excusa perfecta para hacer un detallito.

En este caso dos detalles porque el padre lo es por partida doble.

Han sido dos cuadernos con sus fundas, el primero que os enseño va acolchado a mano con líneas horizontales y verticales, formando unos cuadros como la tela de loneta. Si clickais en las fotos veréis mejor el detalle.

Aquí abierto, con loneta de rayas en el interior.


"A conjunto", una libreta para sus notas, aquí probando acolchados hice un "mix", cuadritos individuales, más grandes..., hasta donde me llevó mi imaginación, bueno la de acolchar, se entiende.


La libretita abierta:


Y ahora las dos juntas:


No quería que se me olvidara comentaros el hilo que he usado, tanto para bordar las iniciales como para el acolchado.

Es un hilo que se utiliza para coser toldos. Muy resistente, con mucho cuerpo y con mucho brillo (aspecto seda).

Cada día me gusta más probar hilos, telas, texturas, acolchados libres (a mano, de momento) y hacer diferentes versiones de los mismos modelos.

Y sigo coso que te coso...

jueves, 19 de marzo de 2015

Elefante de semillas


El otro día os enseñé una manada de elefantes, bueno solo la cabeza y la trompa.

Poco a poco, van tomando forma, éste ya tiene ojos, orejas, brazos y patas. Si clicas en la foto verás tambien las arruguitas de la trompa bordadas.

Dentro lleva un cojín de semillas de trigo para aliviar a los bebés en sus cólicos de lactantes.

Ya sabéis, se calientan en el microondas 30 segundos y se les pone en la tripita.

También muy útiles estos días que hace más frío en casa que fuera.

El tamaño final es de 19 x 19 cm.

Este modelo está disponible en la tienda online.

Y sigo coso que te coso...

miércoles, 18 de marzo de 2015

Dudús para bebés



El otro día me preguntó una amiga si hacía dudús para bebés.

Claro que si, le contesté.

Yo les llamaba sonajero crack crack, y hacía mucho que no realizaba ninguno, porque al hacer el último, metí el papel de celofán y al plancharlo se me arrugó, me dio tanta rabia que ahí lo dejé.

Me encargó varios y he disfrutado haciéndolos. 


Por supuesto que no he metido papel de celofán, con lo cual mi crack crack se ha convertido en dudú.

Me consta que es un juguete muy apreciado por los bebés, si observáis cuando le dais un muñeco de peluche, con lo que más juega el bebé es con la etiqueta, entonces ¿por qué no ofrecerle muchas etiquetas con las que entretenerse?. 

En estos, he aprovechado y una de las etiquetas es la de CosoQueTeCoso.

Espero que os guste, y si alguien quiere hacerlo, aquí os dejo el tutorial que publiqué hace tiempo.

Ya está disponible en la tienda online.

Y sigo coso que te coso...

lunes, 16 de marzo de 2015

Relatos de COSOqueTEcoso (III)

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Entre puntada y puntada
III

Foto elmundo.es
Mientras que en los fogones hacía ya rato que bullía el contenido de perolas y ollas, en la escalera los olores producidos por aquéllas empezaban una sinfonía de aromas. Música celestial que despertaba el apetito hasta a los recién comidos. La Reme y Gertru subieron los 80 escalones de madera que separaban el portal de la vivienda de la primera. No tuvieron que llamar con los nudillos a la puerta puesto que el individuo que tomaba la lectura del contador de la luz, mutilado de guerra él, salía en ese momento. Al entrar, el olor a lentejas estofadas se hizo más intenso.

—¡Qué bien huele, madre! —Saludó la Reme.
—Mejor sabrá, hija —contestó doña Casta desde la cocina.
—Mire a quién he traído.

En el vano de la puerta inexistente de la cocina, tras una cortina, apareció doña Casta, cuchara en ristre y delantal en pecho. Sopló el contenido de la cuchara y lo sorbió. El saludo fue lacónico, más interesado en su familia que en la visita obligada.

—Estoy haciendo lentejas, a tu padre le gustan mucho.

Y la cocinera despareció tras la cortina de rayas, manta que ya no abrigaba ni esperanzas.

—Sienta, sienta, Gertru, que voy a por la inflexión. ¿Tila o manzanilla?
—Lo que te apañe, Reme.

A Remedios le apañó la manzanilla. Ni hubo inflexión de voz, ni infusión de tila porque no apareció por ningún sitio. El brebaje, colado y humeante, fue servido junto a un plato de retorcidos en la mesa desnuda del comedor, en el que, aparte de este mueble, el aparador y cinco desiguales sillas de enea, a lo sumo cabían cuatro personas más, si exceptuamos la foto de recién casados de doña Casta y el señor Jesús, dueño de la casa, que presidía la estancia. A esa foto se dirigió la Gertru con un gesto de la mano,  tras el cuál se llevó a  la boca el trozo de retorcido que sostenía. Lo masticó y sin tragar dijo:

Mis padres, JC
 —¡Qué guapa, tu madre! Mis padres también tienen u… —la frase acabó con toses que ahogaron las palabras.
—Mastica bien, que los retorcidos son muy traicioneros. Las miguitas…

Doña Casta salió de la cocina, tomó asiento en el filo de la silla, se secó el sudor con el borde del mandil y preguntó:

—¿Y qué haces tú aquí a estas horas? ¿No deberías andar con tus labores en casa de doña Virtudes?
—Me ha echao, doña Casta —la Gertru bajó la mirada..
—Algo habrás hecho.
—No madre —cortó la Reme enérgicamente—. Algo le han hecho a ella, que no es lo mismo. El sinvergüenza ese del señorito Luis…
—Acabáramos. Madre del cielo. Luego tenían razón todas estas deslenguadas. Verás como sentere el Anselmo.
—Ni me lo mente, doña Casta. Ni lo mente. Ay, Dios mío —Gertru terminó con un suspiro sus palabras sin levantar la vista de la despostillada taza.
—¿Y cómo tas dejao, hija?
—No me he dejao.
—Será bribón el muy canalla. Si fueras mi hija, ahora mismo me acercaba a casa de doña Virtudes con unas tijeras de podar. Por estas —doña Casta se besó la uña del pulgar cruzado con el índice derecho.
—No sea usté bruta, madre. Lo que menos necesitamos ahora es ensalzar los ánimos.
—Yo no ensalzó a nadie, hija —corrigió doña Casta a su hija, y se dirigió a la otra joven— ¿Y qué vas a hacer ahora, criatura?
—No sé… —murmuró Gertru.

Un silencio de dudas e ignorancias se instaló en el comedor. Aquello permitió que oyeran unas fuertes pisadas provenientes de la escalera. Al instante se oyeron golpes apresurados en la puerta.

—¿Espera usted a alguien, madre? —preguntó extrañada la Reme.
—No. Pero abre, no te quedes ahí como una pánfila. Será cualquier vecina…

—Ay, Dios mío —exclamó la Reme tapando su cara con las manos después de abrir la puerta.
—Me extraña —ironizó doña Casta—. En todo caso Satanás. Con el día que llevamos…

Y Satanás no hubiera convulsionado más a la Gertru que quien entró como un torbellino en aquel comedor.

[¿Continuará?]